Obesidad Genética




Es frecuente que vaya a reuniones donde abunda la comida y los invitados pesados, del tipo de los que al cuarto sandwich de bondiola se acuerdan a qué me dedico y, mientras tratan de bajar la bondiola con una pinta de cerveza, se descuelgan con una “afirmación” más o menos del tipo
“lo que pasa es que lo mio genético”.

Acto seguido, y creyendo que ya pudieron expiar la culpa, se abalanzan sobre la mesa dulce como si estuvieran a punto de sufrir un coma hipoglucémico.

Malas noticias para estos personajes:
La excusa no es válida. Un nuevo estudio sugiere que incluso los que portan una predisposición heredada para el aumento de peso en exceso no están destinados a convertirse en obesos.
De hecho, los investigadores afirman que se puede evitar con el tiempo al adoptar una dieta saludable rica en frutas y verduras, y libre de sal, azúcar, alcohol y carne roja.
Y estos hallazgos no salen de cualquier estudio, proviene de un análisis sobre la dieta, el estilo de vida y médicos de unos 14,000 hombres y mujeres.

Los investigadores señalaron que "Algo interesante es que el efecto protector parece ser más evidente en los que tienen el riesgo genético más alto" y aclararon que los hallazgos "ayudan a aclarar las ideas erróneas de que una predisposición genética inhibe una gestión exitosa del peso" y que "La predisposición genética no es una barrera para una gestión exitosa del peso"

Así que ya saben, si van a poner excusas, la predisposición genética ya no está entre las opciones viables. Lo mejor sigue siendo aceptar un cambio en el estilo de vida, aprender a disfrutar comidas saludables, mantenerse activo, y por sobretodo hacer un compromiso con uno mismo para un cambio.
Si uno se compromete con sus metas, siempre va a a haber alguien dispuesto a ayudarte.


Hacelo por vos,
Sergio.


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