Hacelo Por Vos


Muchas veces me encuentro con que la motivación de una persona para bajar de peso está puesta en el “afuera” y no en la decisión interna por una opción mejor para su vida.
En otras palabras, vienen a la consulta porque “deben” bajar (porque se lo dijo el médico, por la presión familiar o social, incluso por revancha contra alguien) y no porque “quieren”. Así lo que parece una cuestión de palabras es un punto de inflexión en el camino para alcanzar nuestras metas. Y es así porque la diferencia en estas dos palabras marcan la distancia entre el quererse y no hacerlo. 

Cuando tenés una imagen negativa de vos mismo, difícilmente vaya a cambiar sólo por el hecho de bajar de peso. Comúnmente, si se encara el descenso desde un sentimiento negativo, éste no se va cuando la balanza nos marca un objetivo logrado, y así nunca te va a parecer que hiciste suficiente. En cambio, si lo hacés con un sentimiento positivo de auto-cuidado es más fácil reconocer los logros y abrazar ese cambio que hace tanto buscás. 
  
Alguien con autoestima en buenos niveles provee para su propio desarrollo y se cuida. 
Quererte es buscar y reunir las herramientas para tu propio crecimiento. Si pensás en vos y te brindás lo que necesitás para estar bien, físicamente, mentalmente  y espiritualmente, podés cuidarte y avanzar en tu crecimiento personal. 

La pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo me estoy tratando? Los verdaderos cambios surgen desde la evaluación positiva, no desde el odio, y la clave siempre es el amor que es generador de deseo.

Hacelo por vos también significa no compararte. Permanentemente las pautas sociales y  culturales nos impulsan a compararnos con ideales que no existen, haciendo que por un lado el objetivo sea casi inalcanzable y por otro exponiendonos a una frustración inevitable. 

Es tomar el control de tu vida y escribir el guión que querés para vos, más allá de las expectativas externas. Por eso tus metas deben partir de tu auto evaluación, por  ejemplo: ¿Cómo me quiero ver de aquí a un par de años? y en consecuencia, ¿qué tengo que hacer? Tengo que buscar hábitos funcionales no solamente en lo físico, a través de las comidas, del deporte, etc., sino también en lo emocional. Por eso es importante construir desde uno mismo. Así serás capaz de reconocer tus áreas más conflictivas y buscar los mecanismos más adecuada para trabajar cada una.  

Pero también es darte una oportunidad, tener en cuenta tus necesidades y respetarte, aceptarte y quererte por ser solo quienes somos. Dejar de juzgarte, de criticarte, de compararte con los demás, dejar de exigirte ser diferente de quien sos y romper con la idea que tenés respecto de vos. 
Es atrevernos a ser quienes somos, viendo nuestra realidad aunque a veces no nos guste o no se acerque a lo que queremos que sea, porque solo así podemos modificarla.

Antes de decidir que es una tarea imposible, pensá:  Admitir los propios desafíos no significa que los sortees por completo, pero ayuda a planificar cómo los llevarás a cabo y si lo vas a hacer de una vez por todas y para siempre. Hay que recordar que estás planificando un cambio de  vida. Probablemente no sucederá de inmediato, pero los resultados valdrán la pena.
Si te caés, te levantás. Seguís. Y si podés, incluso con más fuerza. Porque está claro que todo se puede conseguir. Si lo que estás haciendo no funciona, cambiás de técnica.

Cuando decimos hacelo por vos ¿qué buscamos? Que te animes a mirarte, y que te quieras como sos. Que puedas aceptar que hay realidades que no se pueden modificar y otras que se pueden cambiar si te apartás del lugar de la queja. Que dejes de decir “no puedo” y que reconozcas los “no quiero”. Que reconozcas que la única manera de vencer los miedos es exponiéndote a los mismos. Que no te condenes por equivocarte, todos somos falibles. Que crezcas hasta donde vos decidas.
Que no esperes a bajar de peso para quererte. Que te quieras por quien sos. A partir de ahí, la luz no está al final del túnel, la luz sos vos.

Finalmente que recuerdes que “No hay peor decisión que la que el tiempo toma por nosotros” (Bernard Shaw)

Hacelo por vos.
Sergio.

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